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Los secretos del cerebro

Los secretos del cerebro

¿Qué es lo último en neurociencia? ¿Qué incógnitas persisten? Tres referentes en la región contestan esas y otras interrogantes.

Varias iniciativas gubernamentales a nivel global intentan desentrañar sus misterios.

Por: Déborah Friedmann

Cuando nuestro cerebro vagabundea, no hace nada, sin embargo pasan muchas cosas. Uno de los descubrimientos más fascinantes de la neurociencia de los últimos diez años es que el cerebro nunca está verdaderamente en reposo», dice Facundo Manes, neurocientífico argentino y referente mundial en el tema. Ese es solo un ejemplo de los hallazgos sobre uno de los asuntos que más ha desvelado a los investigadores durante décadas: entenderse y, para ello, entender a la máquina que regula todo lo que hacemos. ¿Qué es lo que se sabe? ¿Con qué sorpresas se han encontrado los científicos? ¿Cuáles son las principales incógnitas? ¿Qué se investiga en el mundo y en Uruguay? Manes, Leonel Gómez Sena y Francesco Mattia Rossi, profesores Adjuntos del Laboratorio de Neurociencias de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República, responden esas interrogantes.

Lo que se sabe.

La ciencia del cerebro no avanza como un puzzle donde nuevas porciones de conocimiento se agregan a otras que permanecen incambiadas, sino que algunos hallazgos hacen que la disciplina se reconfigure en su conjunto, señalan Gómez Sena y Rossi, actual presidente de la Sociedad de Neurociencias del Uruguay.

En los últimos años, nuevos desarrollos como las técnicas de imageneología no invasivas permitieron estudiar la actividad cerebral de las personas mientras realizan determinadas tareas. La tractografía —opinan Rossi y Gómez Sena— que permite trazar las grandes rutas del cerebro, identificar centros de conectividad y poner en evidencia las macro-redes involucradas en distintos procesos, promete «cambiar a mediano plazo» la comprensión del funcionamiento del cerebro.

También hubo avances en el conocimiento del correlato neural de las decisiones morales, de las moléculas que consolidan o borran los recuerdos y en la detección temprana y tratamiento de enfermedades psiquiátricas y neurológicas, señala Manes, rector de la Universidad Favaloro y presidente de la Fundación INECO para la investigación en Neurociencias.

Además, hoy se sabe que el cerebro se transforma de manera constante como consecuencia de la experiencia y el ambiente, que contrariamente a lo que se creyó durante mucho tiempo se producen nuevas neuronas en algunas regiones del cerebro adulto y que el sueño afecta positivamente el funcionamiento del sistema inmunológico y colabora con los procesos endócrinos.

«Se han realizado notables avances en el estudio de los mecanismos involucrados en el reconocimiento de las intenciones de los demás y de los distintos componentes de la empatía. Hoy sabemos que la capacidad de percibir las intenciones, los deseos y las creencias de otros, llamada teoría de la mente, es una habilidad que aparece alrededor de los cuatro años», destaca Manes.

Decisiones.

La toma de decisiones están guiadas por las emociones. Son escasas las resoluciones en las hay tiempo para sopesar todos los pros y contras, por lo que la mayor parte del tiempo el asunto se zanja en forma automática. «Por eso —señala Manes— el cerebro ha desarrollado un sistema de toma de decisiones guiado por la emoción, por la experiencia previa y por la intuición».

Las emociones también tienen un rol clave en los procesos de conformación de la memoria porque las personas recuerdan, fundamentalmente, aquello que las emociona. Si se piensa, por ejemplo, en los años de escolaridad, los recuerdos que van a aparecer van a ser los que están ligados a lo emocional: una mala nota, un incipiente romance, una vez que el niño fue felicitado frente a los compañeros y los padres.

Mitos.

Uno de los mitos mas repetidos sobre el funcionamiento del cerebro es el que afirma que la mayoría de los seres humanos utilizan solamente el 10 por ciento de este órgano. Eso sugiere que mediante algunos procesos una persona puede ser capaz de aprovechar ese potencial no usado y que, al hacerlo, se produce un aumento significativo de su inteligencia y de sus capacidades cognitivas. «Esto hasta ha llevado a la pura fantaciencia. Por ejemplo, en una reciente película francesa, Lucy, donde a causa de una misteriosa droga la protagonista llega a utilizar el 100% de su capacidad cerebral. Entre otros dones supernaturales adquiere la capacidad de viajar en el espacio-tiempo. Este es un mito. De hecho, aunque muchas capacidades intelectuales pueden ser mejoradas con el entrenamiento, la idea de que grandes áreas del cerebro permanecen inutilizadas no tiene ningún fundamento lógico. A pesar de que siga habiendo muchas incógnitas acerca del funcionamiento del cerebro, se sabe que cada parte tiene una función determinada», afirman Rossi y Gómez Sena.

En forma.

Aunque muchas veces no se piense, es así de claro: el cerebro también necesita estar en forma. Para ello es clave mantener una dieta saludable: comer cereales, granos integrales, verduras, fruta, pescado y consumir comidas ricas en omega-3. También está comprobado que hacer ejercicio físico es muy importante porque, además de ayudar al sistema vascular y actuar como un buen ansiolítico y antidepresivo, genera nuevas conexiones neuronales, señala Manes. Dormir y descansar son fundamentales porque el cerebro siempre está en actividad y, en esos momentos en los que descansa, el cuerpo reelabora y afianza la memoria y la información. «A partir de esto cada uno se dará cuenta que todo lo que le hace bien al corazón le hace bien al cerebro. Pero también es clave para el cerebro el desafío intelectual, mantener nuestra mente activa haciendo algo que nos genere un desafío, tener intereses, pasatiempos y hobbies. Llevar una vida social activa también resulta estimulante para el cerebro. Los estudios demuestran que las personas que tienen una vida social rica viven más y mejor».

Incógnitas.

Si bien existe una idea general de cómo funciona el cerebro hay aspectos fundamentales que todavía se desconocen. «Aún nos falta mucho para poder integrar toda la información proveniente de los distintos niveles: molecular, celular, circuitos, redes, sistemas, conducta, etcétera», señalan Rossi y Gómez Sena. Existen iniciativas tendientes a sistematizar e integrar el enorme volumen de información y datos que se producen en forma cotidiana en la comunidad científica vinculada con las neurociencias. Para estos expertos ese va a ser parte importante del camino en los próximos años. «De todos modos hay una premisa de la que debemos partir: no es lo que sabemos que no sabemos lo que debe preocuparnos más. Eso es parte de nuestro hacer cotidiano. Es lo que todavía no sabemos que no sabemos lo que nos debe preocupar más. En neurociencias todavía hay mucho de eso: enormes campos aún por descubrir en una disciplina que encierra complejidades que recién estamos empezando a vislumbrar», afirman.

A nivel global, gobiernos de varios países identifican a las neurociencias como un área prioritaria en la que es necesario invertir económicamente. Por un lado, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, lidera la iniciativa Brain, un programa destinado a caracterizar el mapa de conexiones anatómicas y funcionales del cerebro. Con ello, afirman los expertos, se busca avanzar en la detección y tratamiento de enfermedades como el alzhéimer, parkinson y traumas cerebrales. A su vez, la Comisión Europea lanzó el Human Brain Project para acelerar el conocimiento sobre el cerebro y desarrollar nuevas tecnologías para estudiarlo.

El país de la ciencia grande.

«Con ciencia grande no hay país pequeño», decía el neurocientífico Clemente Estable. Algunas de las líneas de investigaciones actuales en el país, como la neurohistología, la electrofisiología y la neurohistopatología, encuentran sus orígenes en estudios realizados por el maestro uruguayo, destacan Leonel Gómez Sena y Francesco Mattia Rossi, profesores Adjuntos del Laboratorio de Neurociencias de la Facultad de Ciencias. Actualmente en Uruguay hay investigación en todas las ramas de las neurociencias, con la explicación de diversas técnicas experimentales. Además, los científicos locales han apostado en los últimos años a la organización de escuelas y cursos internacionales de la disciplina. De todos modos, esperan que el gobierno implemente iniciativas para aumentar el número de investigadores.

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